" El Covid-19 nos sumergió en una pesadilla distópica que por primera vez nos obligó a pasar los días como si el guionista de nuestra vida fuese un autor de terror de serie B. Pero si el apocalipsis no fue aún mayor fue gracias a ellos. Sin los basureros, sin los empleados de la limpieza, nuestras calles hubiesen sido la imagen del desastre. Si los trabajadores que se dedican a los residuos no hubieran estado activos pese a la pandemia, las ventanas se hubiesen abierto todos los días a un paisaje infernal. Y el riesgo de que al coronavirus se hubiesen unidos otras enfermedades hubiera sido una amenaza inminente. Gracias a ellos el infierno no fue más grande. En muchos casos, los vecinos que les vieron desde las ventanas trabajar día a día, incluso al principio sin mascarillas, les dejaron en las bolsas de basura o en los contenedores mensajes de este tipo: «Gracias por vuestro trabajo. Mucho ánimo» " Fuimos distinguidos con la Mención Especial de la Mancomunidad, gal